El mercado mundial está en constante movimiento y la pandemia del virus COVID-19 ha afectado en muchos aspectos a la economía mundial.
Después de que la economía estuviese detenida durante unos meses, el consumo de muchos productos se ha disparado rápidamente en múltiples sectores. Esto ha provocado que se agoten las materias primas necesarias para sectores tan distintos como el textil, el automovilismo o la construcción y que el transporte de las mismas se vea afectado.
El transporte, factor clave en el incremento de precios.

Este fenómeno ha ido de la mano de un incremento pronunciado del transporte, sobre todo el transporte de mercancías por vía marítima. El efecto COVID-19 ha provocado que la demanda de productos de toda clase en todo el mundo se haya disparado tanto que los barcos ya no tienen suficiente capacidad para transportar toda la mercancía.
Tampoco existe la cantidad de contenedores necesarios para transportarla y muchos de los contenedores que llegaron a Europa y América llenos antes del cierre de fronteras por el efecto COVID-19, siguen aquí. Eso implica que no solo no hay suficiente espacio ni disponibilidad para enviar nueva mercancía desde Asia, sino que una parte importante de estos contenedores ni siquiera se encuentra en origen para volverlos a llenar.
Otro factor importante que ha repercutido en el incremento de precio del transporte es el petróleo. Desde el año pasado, cuando el precio del petróleo bajó a mínimos, éste se ha incrementado en un 77% y sin previsión que vuelva a bajar a corto plazo. A ello también se le suma el precio de emisión de CO2. Lo que hace un año costaba 23.33€/tonelada de CO2 emitida, ahora mismo se sitúa en los 51.85€/tonelada de CO2 emitida, lo que es más del doble. Este es un factor que también ha tenido su importancia en un fenómeno que todos hemos notado, independientemente de lo compramos unas u otras cosas: el precio de la electricidad.
En Pole Position estos cambios nos afectan en varios aspectos, desde la subida de precios del propio tejido, como de los cartones de las cajas, el aumento del petróleo,… Aunque procuramos que nuestros precios no aumenten, hemos tenido que hacer algunas modificaciones para ajustarnos a estos cambios globales.
También nos hemos visto afectados por la saturación marítima y la escasez de contenedores, que retardan la llegada de nuestros artículos de nueva colección. Aun así, trabajamos al máximo para servir los pedidos a nuestros clientes tan pronto como nos llegan los artículos a fábrica. Procuramos ser lo más eficientes posibles dentro de nuestras posibilidades, luchando contra los obstáculos externos y ajenos a nuestra empresa.

Efecto COVID-19 y el cambio en las pautas de consumo.
¿Por qué sucede este fenómeno? ¿Por qué, de repente, la industria ha crecido tan rápidamente y ha generado este incremento de precios tan importante?
La respuesta está, de nuevo, en la pandemia y la crisis de la COVID-19. El confinamiento ha provocado que todo el mundo se haya quedado en casa sin salir, sin gastar y sin consumir. Incluso cuando ha habido medidas menos restrictivas, tampoco hemos podido aprovechar nuestro tiempo libre en el exterior como lo hacíamos antes. Hace solo unos meses, una parte importante de nuestro dinero lo gastábamos en ocio, viajes y restauración. Pero venimos de unos meses en los que no hemos podido gastar nuestro dinero del mismo modo en el que lo estábamos haciendo y el comportamiento general ha sido gastarlo en otras cosas: bienes materiales.
Debido al cierre de fronteras de China durante unas semanas por el efecto COVID-19, los vendedores occidentales se han quedado sin stock de sus productos y de sus materias primas para fabricar, ya que durante la pandemia han vendido la mayoría (o casi todos) los productos que tenían disponibles. Pero en cuanto China ha reabierto sus fronteras, todas las empresas han tenido que llenar de nuevo su almacén y volver a comprar material en grandes cantidades para poder seguir vendiendo. Todas las empresas han hecho lo mismo: reabastecerse. Y todas lo han hecho al mismo tiempo. Una vez más, ha habido más demanda que oferta.
¿Cómo y cuándo acabará esta situación?
Los expertos coinciden en que nos encontramos ante una situación transitoria y que, en cuanto la sociedad recupere las pautas de consumo previas a la COVID-19, descenderá poco a poco la demanda de bienes materiales, volveremos a consumir ocio y servicios y los niveles de demanda de materiales y productos llegados de Asia volverán a sus niveles habituales.
Pero, ¿será esta estabilización un motivo suficiente para que los precios de materias primas, de transporte, de petróleo y de los bienes en general desciendan? ¿Podremos volver a comprar a los precios que antes comprábamos? ¿O este incremento de precios ha venido para quedarse, indistintamente de que la economía mundial se recupere de este pico?
Fuente datos: https://topludiblog.com/efecto-covid-19-incremento-de-precios-de-transporte-y-primeras-materias/
